El BLOG DE REBOOT | 19 de agosto de 2021
Para los jóvenes sirviendo como acomodadores, dando la bienvenida, y otros puestos apoyando
Por Mark W. Stamm
Profesor de adoración cristiana y pastor de la capilla
¿Cuándo empieza la adoración? ¿Cuándo la termina? Muchos sugieren que nuestra adoración siga el patrón cuádruple que empieza con la reunión (o entrada) del Cuerpo de Cristo y termina cuando ese cuerpo está enviado en la comunidad y el mundo. Entre son los dos movimientos que nosotros usualmente pensamos en como “el servicio de adoración”. Primera (o según este patrón cuádruple, segunda) viene la parte durante el cual leemos escritura y dialogamos con la por oraciones, canción congregacional, y un sermón u otro tipo de momento de enseñanza. Segunda (o, por así decirlo, tercera) viene la Sagrada Comunión. (Por descripciones extensas de este patrón cuádruple, vea El Libro de Adoración de la Iglesia Metodista Unida, pp. 13-32, y el presbiteriano Libro de Adoración Común, pp.33-45. Ambos están disponibles en línea).
Dado que nuestro entendimiento típico del servicio de adoración, tendemos a pensar en los lideres de adoración como aquellos que estén de pie enfrente de la reunión y hablen palabras, lideren musicalmente, y lideren o ayuden la congregación en su celebración de los sacramentos. Estos puestos son de importancia vital y he tratado varios de estos en esta serie, específicamente leyendo escritura, liderando oraciones y otros hechos de adoración sirviendo comunión dentro de la reunión, y el trabajo de la mesa ampliada. Todas de estas discusiones han supuesto un entendimiento de regalos espirituales y puestos de liderazgo distribuidos dentro de la iglesia. Cuando los entendemos en la manera mejor, estos puestos son hechos en servicio de la iglesia entera y por el bien de nuestra misión común (vea 1 Corintios 11-12, y la primera entrada de blog en esta serie).
Cuando regresamos a las preguntas que cuestioné en el párrafo primero “¿Cuándo empieza y termina la adoración?,” una perspectiva más amplia entra a la vista. Piense en el enviado dinámico como así: Mientras nos reunimos alrededor Palabra y Mesa, Dios nos conoce con una generosidad profunda – la llamamos “gracia” – y esa gracia nos bendice más allá de toda medida. Algunos días podemos sentirla más que otros, pero sin embargo, cuando estamos enviados en el exceso de ese amor profundo. Esa es la generosidad quiero que usted se sienta como vaya en visitas de mesa ampliada y como usted ore por el mundo, y de hecho, en todo que haga.
En cierto sentido, vivimos en el exceso del servicio de adoración que asistimos, pero también miramos hacia adelante encontrar la generosidad de Dios en la próxima. Pensándolo como así, algunos sugieren que el servicio dominical empiece tan pronto como nos levantamos y dirigimos nuestros corazones y mentes a reuniendo juntos. De esa perspectiva, otros puestos importantes vienen a la vista, muchos de estos se desarrollan entre bastidores.
Por ejemplo, estos días la mayoría de servicios dependen de tecnologías eléctricas de tipos varios, al menos por ajustes de luz y sonido, mientras que algunas reuniones dependen mucho de ellos, usando infografías, tecnologías cinematográficas y proyección en una manera altamente sofisticada que requiere amplia preparación y diseño gráfico. Por una parte, cuando tales tecnologías trabajan bien, es posible que apenas nos demos cuenta de quienes los operan, lamentablemente casi darlos por sentados. Por otro lado, usted sabe cómo frustrante es una experiencia de adoración cuando sus aspectos tecnológicos no funcionan bien, tal vez a través de los fallos que pueden ocurrir en el momento, o de forma evitable, como resultado de una preparación inadecuada.
Hablemos en alabanzas de la preparación exhaustiva (!), pero más, recordemos a nosotros mismos que personas que cubren estos puestos preparatorios son participantes vitales en el liderazgo de adoración. Debemos verlos y honrarlos como tales. Para estos hermanos y hermanas, el servicio de adoración empieza en algún momento durante el medio de la semana, si no antes. Como todos lideres de adoración, sin embargo, mientras ellos preparan ellos deben preguntarse “¿Qué podemos hacer a apoyar la participación activa de la reunión entera?”
Las personas que dan la bienvenida y los acomodadores son sirvientes igualmente importantes para la reunión. Como notado, todos de nosotros haremos bien en pensar en el servicio de adoración que comenzará tan pronto como nos despertemos el domingo por la mañana y volvamos en oración nuestros corazones y nuestras mentes hacia la reunión. Pero vivimos en un mundo complicado y sabes cómo es la vida. Sabe las distracciones y los factores estresantes que pueden sentir los hogares cuando intentan organizarse y cargar el SUV, incluso en los mejores días.
Los acomodadores y las personas que dan la bienvenida deben llegar a la iglesia temprano y orar juntos para los que conocerán y dirigirán ese día. Unos minutos de centrar y orar harán una diferencia significativa, tanto para usted como para ellos. Tómese esos minutos para imaginar a esas personas camino de la iglesia y ora por ellos. Luego, como vanguardia de la reunión, muévase a sus lugares asignados -- el estacionamiento, el vestíbulo o el área de reunión, las puertas del espacio de adoración, donde sea que este asignado— listo para ayudar con alegría. Ayude a la gente a averiguar dónde aparcar. Esté preparado para dirigir a las personas a los baños y/o estaciones de cambio de pañales, a la estación de café, a las clases de la Escuela Dominical y sí al espacio de adoración. Hágalo de una manera pacífica y sin ansiedad, como alguien cuya oración ya ha comenzado.
Cuando estas personas lleguen al espacio de adoración, denles la bienvenida como sus hermanas y hermanos en Cristo, como personas valoradas y amadas por Dios, porque eso es exactamente lo que son. Bríndeles cualquier boletín o guía de adoración que puedan necesitar, ayúdelos a ubicar los dispositivos de escucha según sea necesario y, si necesitan ayuda para encontrar un asiento, ayúdelos también de esa manera. Pero, se dé cuenta del panorama general. No está simplemente ayudando a la gente a encontrar un asiento, sino que está ayudando al Cuerpo de Cristo a reunirse. La adoración del pueblo de dios está comenzando, incluso antes de que se ofrezca la primera canción u oración, incluso antes de que se pronuncie el primer anuncio o palabra de saludo desde el frente de la sala.